Ayer conocimos que la infanta contará con la posibilidad de acudir al juzgado en vehículo, gracias a la autorización del juez decano en Palma, don Francisco Martínez Espinosa. Esta autorización permite evitar "el paseillo" de 50 pasos por la cuesta de los juzgados de Palma. Se trata de evitar la imagen pedestre (término relativo a lo que se hace a pie) que ofreció el Duque de Palma.
En el mismo día, el primer juez que ha imputado a una infanta en España, el juez Castro acudirá al juzgado en bicicleta (si ya la ha encontrado, pues los jueces también son víctimas de los robos de bicicletas).
Como parte de la comunidad ciclista, y sin querer ser portavoz de nadie, mi recomendación para plantear la defensa de la infanta pasaría por acudir al juzgado en bicicleta. Por tres razones: a) beneficiarse de la empatía entre ciclistas, b) para evitar males mayores y c) por motivos de imagen.
En primer lugar, hay que recordar que el juez decano ha autorizado a la infanta a acudir en vehículo, sin precisar el tipo de vehículo. Bien es verdad que en el actual paradigma de movilidad todos hemos pensado de forma automática en el coche, ¿todos?, no, una pequeña minoría ciclista al oír la palabra vehículo piensa en bicicletas.
Empatía ciclista
La empatía entre ciclistas es un mecanismo fuerte y no debe ser despreciado. Incluso dentro de la jungla urbana se producen gestos tan curiosos como el de saludarse al cruzarse dos bicis o entablar una conversación amistosa en el camino al trabajo. La infanta podría calcular su recorrido para provocar esta provechosa coincidencia.
Para evitar males mayores
Pese a lo que diga la DGT, los coches son peligrosos y provocan accidentes. Lo último que le haría falta a la casa real en estos momentos es atropellar a uno de los más de 250 periodistas acreditados para la ocasión. Recordemos el precedente de cuando Diego Armando Maradona (y este no era un rey, ni un príncipe, pero era Dios) atropelló con su coche a un periodista.
Noticia y vídeo publicado por Marca
Y por supuesto, nunca, nunca, nunca aparques el coche oficial sobre la bicicleta del juez que te juzga.
Además te puedes llevar sorpresas, como la de esta foto que me pasa Rafa:
Por motivos de imagen
Digamoslo con claridad: la casa real está en horas bajas y le interesa mejorar su imagen. Debería prestar atención a lo que realizan las monarquías modernas. Por ejemplo, aquí vemos a la princesa Anna, del Reino de Arendelle, una de las princesas más en boga del momento, posando sobre su bicicleta.
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En el mismo día, el primer juez que ha imputado a una infanta en España, el juez Castro acudirá al juzgado en bicicleta (si ya la ha encontrado, pues los jueces también son víctimas de los robos de bicicletas).
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Como parte de la comunidad ciclista, y sin querer ser portavoz de nadie, mi recomendación para plantear la defensa de la infanta pasaría por acudir al juzgado en bicicleta. Por tres razones: a) beneficiarse de la empatía entre ciclistas, b) para evitar males mayores y c) por motivos de imagen.
En primer lugar, hay que recordar que el juez decano ha autorizado a la infanta a acudir en vehículo, sin precisar el tipo de vehículo. Bien es verdad que en el actual paradigma de movilidad todos hemos pensado de forma automática en el coche, ¿todos?, no, una pequeña minoría ciclista al oír la palabra vehículo piensa en bicicletas.
Empatía ciclista
La empatía entre ciclistas es un mecanismo fuerte y no debe ser despreciado. Incluso dentro de la jungla urbana se producen gestos tan curiosos como el de saludarse al cruzarse dos bicis o entablar una conversación amistosa en el camino al trabajo. La infanta podría calcular su recorrido para provocar esta provechosa coincidencia.
Para evitar males mayores
Pese a lo que diga la DGT, los coches son peligrosos y provocan accidentes. Lo último que le haría falta a la casa real en estos momentos es atropellar a uno de los más de 250 periodistas acreditados para la ocasión. Recordemos el precedente de cuando Diego Armando Maradona (y este no era un rey, ni un príncipe, pero era Dios) atropelló con su coche a un periodista.
Noticia y vídeo publicado por Marca
Y por supuesto, nunca, nunca, nunca aparques el coche oficial sobre la bicicleta del juez que te juzga.
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Además te puedes llevar sorpresas, como la de esta foto que me pasa Rafa:
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Por motivos de imagen
Digamoslo con claridad: la casa real está en horas bajas y le interesa mejorar su imagen. Debería prestar atención a lo que realizan las monarquías modernas. Por ejemplo, aquí vemos a la princesa Anna, del Reino de Arendelle, una de las princesas más en boga del momento, posando sobre su bicicleta.
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A mí me preocuparía ser el único personaje de los cuentos que sigue vivo. Si las barbas de duendes, gnomos, trols y dragones ves cortar, pon las tuyas a remojar.
La monarquía ha de mirar al futuro y "Cars are so yesterday. Bikes are the future", nos dice la ingeniera del casco invisible para bicicletas que no vemos a continuación:
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Pero las monarquías tienden a mirar al pasado, asi que podemos revisar el libro "La imagen del poder. Reyes y regentes en la España del siglo XIX" (uno de cuyos capítulos lleva por título "María Cristina de Borbón. Una regente cuestionada"), pues bien, a lo largo de sus páginas, en las que se analiza, entre otros aspectos, las representaciones pictóricas de la monarquía, no se encuentra ni una sola imagen de monarcas en coche (de caballos). Más tradicional es la representación ecuestre. Ir en bici sería compatible con esta imagen. De hecho "see cyclist, think horse" es el slogan de esta campaña de seguridad escocesa (leído en Bike Snob NYC).
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