Beatles Bike

Beatles Bike

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Viajar por el tiempo

De pequeño soñaba con viajar en el tiempo. Pronto aprendí que eso no era posible.

Sin embargo, se puede viajar con el tiempo.

Recuerdo lo que aluciné con un libro que ilustraba la paradoja de los gemelos. Se trata de una consecuencia muy curiosa de la teoría de la relatividad, según la cual si a un gemelo le daba por emprender un viaje a velocidades cercanas a la velocidad de la luz, para el gemelo viajero apenas transcurriría el tiempo, pero para el que se queda en casa el tiempo transcurriría de tal manera que, al regresar de su viaje, el gemelo casero sería varios años mayor que el viajero.

Aquí un vídeo que introduce la paradoja:

Vídeo "Paradoja de los gemelos: teoría de la relatividad" (youtube)


El asunto de la paradoja de los gemelos tiene algunas pegas para aquellos que no tenemos la posibilidad de montar en un cohete que viaje a velocidades cercanas a la luz.

Sin embargo, somos más los que podemos tener una bicicleta.

Por ejemplo, aquí, el neurocientífico Kramer cuenta que una señora de 93 años que empezó a hacer ejercicio a los 75 contaba con mejores conexiones cerebrales que la mujeres de 60 años. En términos generales, Kramer concluye que "correr, ir en bicicleta y nadar conducen a mejores cerebros tanto estructural como cognitivamente". 

Según este artículo, dedicar 2,5 horas a la semana al ejercicio moderado incrementa la esperanza de vida en 3,4 años, y con el doble se pasa a 4,5 años.

Voy a hacer una estimación simplista. Pongamos me que me quedan 40 años de vida y dedico 5 horas por semana al ejercicio, con lo que mi esperanza de vida aumenta 4,5 años. Sin embargo, habré dedicado 1,6 años al ejercicio (aprox). Sería algo así como si por cada minuto invertido en hacer ejercicio me devolvieran tres para hacer lo que quiera.

Es decir:

  • Si cambio de transporte inactivo a transporte activo, por el mismo tiempo de viaje, gano más tiempo de vida.
  • En realidad, para mí, viajar de forma activa es vivir más (porque no estoy encapsulado, porque siento el cuerpo, porque estoy conectado). 
  • Parece que ir lento deja de ser un problema, porque aunque es relevante la intensidad del ejercicio, los beneficios son acumulativos cuando aumenta el tiempo dedicado. 

Ya tengo algo en lo que pensar si me entra prisa cuando vaya en bici. 

En este informe, la OMS cita un estudio danés que concluye que pasar de un estilo de vida inactivo a uno activo a los 30 años suponía, en la población danesa, un incremento en la esperanza de vida de 2,8 a 7,8 años en hombres y de 4,6 a 7,3 años en mujeres. 

En otros estudios la ganancia puede parecer menos espectacular. Por ejemplo, aquí hablan de 2,4 años de ganancia atribuibles al ejercicio (en hombres blancos no hispanos -sic-, pero llega a 5,5 años en mujeres no blancas hispanas).

En este último estudio, sin embargo, ofrecen las estimaciones del número de horas ganadas por cada hora invertida y es mayor que lo que indicaba en mi cálculo simplista:

"Twenty year old men were estimated to gain as much as 2.6 hours of life per hour of moderate activity and as much as 5.4 hours of life per hour of vigorous activity. Twenty year old women were estimated to gain as much as 5.6 hours of life per hour of moderate activity and as much as 11.3 hours of life per hour of vigorous activity".

No está mal. Es decir, que la bici, que es un vehículo lento, en el que pierdes tiempo al desplazarte, te lo devuelve en tiempo de vida. A mi esto me recuerda mucho a Casiopea, la tortuga de Momo, que cuando más despacio iba, más inalcanzable era para los hombres grises. Qué bueno es Michael Ende.

Casiopea, Momo y los hombres grises (fuente)




viernes, 30 de octubre de 2015

Promover la bici para vender coches


¿Bicis contra coches o bicis y coches?. ¿Hay enfrentamiento entre el activismo ciclista y la industria automovilística o confluencia?. Creo que está claro, sin embargo, voy a optar por la respuesta arriesgada. Voy a apostar por defender la idea de que la industria del automóvil podría estar interesada en promover la bici como forma de mejorar sus cifras de negocio y de beneficio
Me he vuelto loco, otra vez, pero me encantan los ejercicios de imaginación. Dejad que ensille a Rocinante. Voy por puntos:


1) Más bicis y más coches
Los países ciclistas por antonomasia serían los Países Bajos y Dinamarca. Así lo confirman los datos del Eurobarómetro de movilidad elaborado por Eurostat.
Holanda es la primera de la lista con un 43% de su población usando la bici a diario, seguida de Dinamarca con un 30%. España, casi al final de la lista, alcanza un 4%.
Lo interesante es que estos países ciclistas son también países con un alto uso del coche de forma cotidiana. Mientras que en España lo usa a diario el 38%, el porcentaje llega al 47% en Países Bajos y al 58% en Dinamarca.
La razón de este doble resultado es sin duda complicada, pero habla más de la complementariedad de estos medios de transporte que de su competencia: la bici como medio útil para el medio urbano o desplazamientos cortos y el coche para desplazamientos interurbanos. 
Si se ve en términos de propiedad, España y Países Bajos cuentan con un nivel similar de coches privados por 1000 habitantes, siendo la flota de los Países Bajos un poco más joven (Dinamarca no proporciona datos).
Los datos de venta de coches y de bicis también van a la par: en aquellos países donde se venden más bicis, también se venden más coches. Por cierto, se venden más bicis que coches.

Fuente: Daily Mail, 29 oct 2013


Seguro que debe haber más aspectos a considerar, pero al menos en Europa, más bicis no significa necesariamente menos uso del coche o menos coches, sino también puede ser lo contrario.


2) La bici lava más blanco
El automóvil, desde el punto de vista de la sostenibilidad, tiene un grave problema de imagen y uno todavía mayor de emisiones. El primero es más fácil de resolver. El truco es más viejo que la publicidad. Mira este anuncio de Opel (¡bravo!). Cuando tu producto no concuerda con la imagen que quieres vender, lo que haces es asociarlo con algo que sí tiene esa imagen ecológica (y además es amable, silenciosa, saludable, chic...).

La bicicleta eléctrica de Volkswagen lava más blanco. 

No sólo Opel y Volkswagen han entrado en el juego. Aquí las ebikes de BMW, Audi, Mercedes, Smart, Peugeot  y, si sigo buscando, de todos los demás. Además de bicis eléctricas, cualquier marca de coche tiene su línea de bicis o prototipos de bicis. Por otro lado, es frecuente que las empleen como elemento decorativo de fondo en los anuncios para transmitir una idea de ciudad amable. Incluso la bici se convierte en el argumento para vender el coche. Mira el siguiente:



3) Ampliar el catálogo de productos
En un empresa no importa tanto lo que se vende como la cifra de negocios y el beneficio. Al panadero le interesa sostener su negocio y que crezca. Si eso ocurre vendiendo pan, bien, si lo alcanza ofreciendo café, pues bien también. Lo que haga falta. Para qué se va a conformar Peugeot con vender coches cuando puede vender coches y bicis (que pueden llegar a valer tanto o más que un coche). Michelín probablemente se pueda limitar a vender neumáticos de coches, pero también puede vender neumáticos de bicis. Garmin preferirá vender navegadores GPS de coche y de bici, y así.
Bibendum, el muñeco de Michelín: al nacer estaba compuesto por neumáticos de bici

4) Acabar con la competencia
La historia del automóvil es la historia de un éxito. Ha acabado con el resto de  medios de transporte. Históricamente lo hizo con los caballos y las bicis, después ha liquidado el tren, el autobús, el tranvía y hasta el metro hasta convertirlos en medios de último recurso. Paradójicamente, la principal competencia del coche, hoy por el hoy, es el propio coche. La acumulación de automóviles crea problemas como bajas velocidades medias de circulación, accidentes, atascos, dificultades para encontrar aparcamiento y con ellos decrece el placer de conducir.  Lo ideal para el conductor es encontrarse con niveles de tráfico asumibles. Es lo que ocurre (salvo puentes y fechas señaladas) en las carreteras y autovías, pero en las ciudades hay un grave problema. ¿Cómo resolverlo?. Miren la forma de resolverlo en este vídeo de Copenhague: las bicis se atascan, los coches fluyen.


5) Si hay alternativas, hay distinción
La expansión del automóvil lo convierte en un bien vulgar, que no produce distinción social, hasta el punto que las generaciones más jóvenes prefieren expresar su estatus por otros medios (esta frase queda fea, ya que nadie reconoce que consume para ubicarse socialmente, pero pasar pasa). Si hay alternativas, tu opción de consumo a favor del coche vuelve a recuperar este valor de distinción social. Además, cuando el uso no es urbano, sino para el espacio interurbano cobra más sentido comprar potencia, espacio o capacidad para circular por cualquier terreno (es decir, los vehículos más caros). Se pierde el valor como utilitario y aumenta el sentido deportivo y ligado al ocio. Vamos allí donde todo vendedor quiere estar: emociones frente a racionalidad. BMW ya está en ello:


 Spot "Cuando conduzcas, conduce" de BMW

Este es el texto de presentación del vídeo: "Hoy, que vivimos en los tiempos del carril bici y el carsharing. Hoy, que puedes hacer casi cualquier cosa sin moverte de casa. Precisamente hoy, te decimos que cuando conduzcas, conduce"


6) La bici es sistémica
La bici suele ser presentada como antisistema, pero ¿por qué?. ¿Qué parte del sistema pone en cuestión?. La bici permite recorrer un radio de distancias bastante amplio. En distancias inferiores a 5 kilómetros dentro de la red urbana es muy competitiva (por ejemplo, en tiempo y coste económico), pero para el ciclista urbano habitual recorrer ocasionalmente distancias superiores no supone ningún tipo de reto (hasta 10 o más kilómetros se puede ver como una distancia muy asequible). Un radio de 5 kilómetros es suficiente para contener una ciudad de varios cientos de miles de habitantes y con 10 se puede llegar a superar el millón. Esto significa que la bici es compatible con el modelo urbanístico imperante en los últimos tiempos: el modelo de creación de distancia. Los urbanistas lo suelen criticar y defienden propuestas basadas en el principio de reducción de distancia: ciudad compacta, combinación de usos en el espacio urbano frente a especialización, etcétera, pero su discurso no suele tener mucho éxito en los hechos. En lugares como España se ha impuesto la lógica de los promotores, de las grandes superficies e, incluso de la administración que, por ejemplo, crea grandes hospitales y universidades alejadas de los centros urbanos. Allí donde ha triunfado la bici no se ha roto con esta propuesta urbana. Se puede decir que los Países Bajos, por ejemplo, han cuidado muy bien sus ciudades, con centros compactos, especialmente en los últimos tiempos, pero durante décadas experimentaron igualmente procesos de desarrollo suburbano y exourbanos (similares a los de EE.UU). Sin embargo, en las afueras de las ciudades holandesas no dependes exclusivamente del coche al estilo ibérico o americano. Sus infraestructuras ciclistas suburbanas son igualmente excelentes. Lo que sirve, por ejemplo, para garantizar la movilidad de más miembros de la familia (que no tienen que ser conducidos porque se conducen solos a consumir, al cole, a las actividades deportivas, etc.). La bici es así perfectamente compatible con el uso extensivo del espacio y complementaria del coche del que no se prescinde. Industria del automóvil, construcción y bicis pueden ir tranquilamente de la mano.

Grandes carreteras y autopistas, abundante espacio para parking de coches, grandes superficies comerciales.... sí, es Holanda (fuente)



Hay una conclusión
En este caso sí que propongo una conclusión. En mi opinión, la industria del automóvil podría encontrar en la promoción de la bici lo que necesita, aunque parezca paradójico. Otra cosa es que lo vaya a hacer. La cuestión es si al activismo ciclista le interesa este hipotético viaje. Creo que habría dos posturas. Por un lado, quienes defienden mejores infraestructuras para las bicis porque disfrutan de la bici (y la valoran por diferentes motivos: turismo, transporte, deporte, ocio...) que no tendrían mucho problema en ir de la mano de la industria, siempre y cuando mejoren sus infraestructuras (pulsa el enlace anterior para encontrar uno de sus defensores). Por otro lado, encontraríamos a quienes apuestan por la bici como solución ecológica (para reducir emisiones, frenar el cambio climático, etc.) y que por tanto no pueden estar interesados en ir de la mano de la industria del automóvil. Para ellos, la estrategia adecuada no sería mejorar, sin más, las infraestructuras ciclistas, sino que debería, en todo caso, acompañarse de otras propuestas (o incluso precedido de otras propuestas: por ejemplo, restringir el uso del coche y que como consecuencia se opte por la bici) o, incluso, desentenderse de la bici y apostar por medios de transporte verdaderamente antisistema: como caminar (mira aquí un ejemplo de este argumento). Crear (o fomentar) estas divisiones entre el activismo ciclista puede ser otro motivo de interés para promover el uso de la bici desde la óptica de la industria.
Necesito a Sancho para saber si veo gigantes donde hay molinos.

miércoles, 28 de octubre de 2015

El ángel de la guarda de Opel

He visto este anuncio de Opel en la tele. Describe la siguiente historia: un coche, ocupado por una pareja, conducido por él, circula por un camino por el bosque, se cruza un ciervo, dan un volantazo, chocan contra un árbol y se pone en marcha un servicio de teleasistencia, la mujer pregunta aturdida y el hombre, seguro, sonriente, dominando la situación, explica que es su "ángel de la guarda", ella se siente confortada por tanta protección.


El impacto es fuerte, va precedido de un violento frenazo, volantazo, transmite velocidad, saltan los airbags (la recreación es propia de una película de acción) y se puede entender que el servicio de teleasistencia es una garantía de seguridad frente a imprevistos, especialmente cuando pierdes el conocimiento, estás aislado o el coche queda inservible.

También se puede leer la escena de otra manera: un tío conduce a una velocidad inadecuada para las condiciones de la vía (estrecha, sinuosa, sin pintura). Va confiado pues le han convencido de que se mueve en un vehículo seguro (con airbags, teleasistencia, control de estabilidad, ABS, etcétera). No disfruta del camino, ni del bosque, ni de la compañía, porque está ocupado expresando su virilidad mediante la asunción de riesgos estúpidos. Como resultado, se da un tortazo tremendo, habiendo podido causar daños serios a su pareja (al menos de tipo cervical) [por cierto, el tipo sonríe y ni le pregunta cómo está después de haberle provocado semejante "accidente": todo un ejemplo de educación sentimental masculina].

Podemos imaginar la escena rebajando el nivel de masculinidad casposa. Conduce cualquiera de los dos, van despacio por el bosque, se encuentran un ciervo, frenan, no hay volantazo, no hay servicio de teleasistencia, lo miran, le hacen una foto. No hace falta ángel de la guarda pues saben cuidarse solos.

Me imagino la escena en bici, pero con toque cavernícola. Una pareja va por el campo, él empieza a hacer el cabra y no le pasa nada, pero se despista al ver un ciervo y se cae o se la da contra un árbol al que no le ocurre nada. Él recibe un golpe contra el manillar (sí, ahí). Ella se muere de la risa o quizá se calla, pero murmura, "por hacer el gilipollas". Hace una foto mientras se retuerce. Él, entre lamentos, alcanza a decir que no la envíe por el whatsapp a los amigos (sin saber que no hay cobertura).

Manillar (Fuente)

Hay más historias posibles. ¿Cuál es la tuya?

Fuente
 

miércoles, 21 de octubre de 2015

La maldición del Tour (o cómo el ciclismo mata el gusto por la bici)

Ha caído sobre el mundo ciclista una maldición que no puedo por menos que llamar la "maldición del Tour", pues en la referencia al Tour de Francia y del ciclismo profesional tiene su origen. Consiste en crear toda una parafernalia para evitar caer en la idea de que para ir en bici, sólo hace falta una bici. Se compone de varias leyes que ahora enumero, no sin antes aclarar que yo también he quedado por ella maldito:
 


Comprarás una bici lo más parecida posible a la de un profesional 
  • Adoptarás la postura aerodinámica de un campeón de veintipico años, aunque de esa edad no quede en todo tu ser más que un leve recuerdo en tu memoria. 
  • Elegirás componentes como si después de cada salida tuvieras un mecánico de equipo a tu servicio.
  • El único material válido para tu bici será el carbono: en defensa del plástico, despreciarás las propiedades de cualquier otro material, incluido el acero y el aluminio. Además el plástico flota (mira las imágenes).
  • Por unos gramos de peso en el cuadro estarás dispuesto a sacrificar tu salario de varios meses.  
  • Evitarás todo complemento ajeno a la práctica profesional, como guardabarros (aunque suponga renunciar a la bici los días de lluvia), portabultos (la mejor manera de evitar la tentación es que el cuadro no tenga roscas para los tornillos) o, incluso, luces (aunque tengas que acabar comprando unas chungas). Jamás, jamás, jamás pondrás un timbre.
  • Por supuesto, tu bici llevará calas, pues un profesional sólo pedalea.
 

Las bicis de plástico flotan, aunque sean gordas

La clásica Gante-Wevelgem: las bicis de plástico de los pros también flotan


 
La bici es un deporte
  • Las formas no deportivas de ciclismo no existen: la bici como transporte, hacer turismo con la bici (y encima lo llaman cicloturismo), la bici para pasear o la bici como medio de trabajo.
https://twitter.com/GasolFoundation/status/603594031336062978
Gasol dice: "Quién se apunta a montar en bici? Es una manera genial de salir y hacer ejercicio en verano",
luego la bici es deporte. Alguien tan grande no puede estar equivocado.

 
Tus salidas serán "entrenos"
  • Para matar el goce de tus salidas en bicicleta, las llamarás entrenos. (Añadido: es clave que emplees la palabra entrenos, en lugar de entrenamientos y así también asestas una puñalada a la lengua, además el término está glosado por la RAE). 
  • Entrenarse consiste en guiarse por pautas estrictas que has de cumplir. Así, en la fase de adaptación cardiovascular no vale picarse, hay que rodar: olvídate de esa montañita seductora, entrena sólo con tu monitor de actividad con pulsómetro, potenciómetro y GPS (los compañeros te pervierten), evita las salidas muy cortas (que no producen efectos de adaptación) y las muy largas para evitar efectos de sobreentrenamiento. No cuenta el destino, ni la ruta, sino el programa de "entreno".
Serás competitivo
  • La bici es competición. Tienes que superar a quien te encuentres (excepto si estás en la fase de adaptación), en especial, a ciclistas de otras edades, al ciclista que has atisbado unas curvas por delante, a los que van en otro tipo de bici y a todos los que te encuentres por la ciudad (estos son fáciles, porque suelen pensar en términos de seguridad y/o no tienen tu estado de forma y, si no, basta con ir por la calzada y saltarte los semáforos). 
  • Olvidarás, como en las pelis del Oeste, que siempre hay alguien más rápido. Pero si te encuentras con un grupo o ciclista más rápido, debes decir que llevas mucho sin entrenar.
  • Las formas no competitivas de ciclismo no existen (paseo, turismo, transporte...), por lo que tu desprecio se dirigirá hacia las  formas competitivas de ciclismo. Si lo tuyo es la carretera, despreciarás el MTB, el BMX, el bicicross, el trial... pero respetarás la pista.
  • Te apuntarás a pruebas ciclistas no competitivas para competir. En ellas lucharás por ser el primero de los no dopados en tu categoría oficial. Tu categoría real no existe: por ejemplo, padre de cuarenta tacos con dos hijos pequeños que curra más horas que un reloj.

Cartel de la prueba ciclista No competitiva "el tour del juguete"




Adoptarás una dieta ciclista
  • Tomarás geles, bebidas isotónicas y fórmulas de recuperación para garantizar aportes vitamínicos, minerales, aminoácidos y proteinas, etc. en cantidades suficientes para engordar como un cerdo a la espera de su San Martín (la reducción de peso la debes aplicar sobre la bici).
  • Negarás que los componentes anteriores engordan, porque lo que engordan son las grasas y los hidratos, si no sabes comerlos en función de su aporte glucémico y en el momento y cantidad indicado.
  • Martirizarás a tu entorno sobre el momento adecuado para tomar pasta integral o blanca (no es lo mismo). Cuando lo aprendan, les dirás que la pasta es una mierda y que hay que tomar patatas hervidas. 
  • La versión inyectable de las fórmulas de recuperación es el paso necesario para que aceptes el doping con naturalidad.
¿Has probado la maldita carb cycling diet?

Monitorizarás tu actividad
  • El proceso es rápido y acumulativo. Empiezas midiendo el tiempo, luego los kilómetros, después añades todo tipo de indicadores: pulsaciones, calorías, cadencia, vatios. No obstante, el único dato que harás público de todo lo anterior son los kilómetros.
  • Nunca sigas el proceso inverso a lo indicado en el punto anterior, pues puedes caer en la tentación de guiarte por sensaciones.
  • No importa qué ruta has hecho, qué has visto, sino cuánto has recorrido.
  • Todo debe quedar registrado en alguna app donde puedes observar tus rutas, tus cifras y las de otros. ¡Esto es una competición!


Endomondo mide tu actividad en hamburguesas quemadas 

Por la bici sacrificarás la bici
  • El entrenamiento correcto no siempre se hace sobre la bici. La carretera es demasiado imperfecta para monitorizar tus entrenamientos. Recurrirás al rodillo o al spinning (parece ciclismo, pero no lo es) para entrenar.
Ciclismo indoor con ropa outdoor



Adoptarás un look profesional
  • Has de vestir de lycra, aunque sólo sea una vestimenta aceptable sobre la bici. Vas en bici, no vas de visita, ni de excursión, ni a comer en un restaurante. Parar en un bar es excusable cuando lo haces con toda la grupetta (aunque eso os clasifica como un grupo dominguero poco competitivo).  
  • Debes llevar zapatos con cala, que no permitan caminar, sólo pedalear. Ver punto anterior.
  • Si no llevas casco, gafas o guantes, vas mal, aunque se puede soportar, pero no puedes salir sin culotte, sin maillot de lycra o sin zapatillas con cala.
  • La bici es una actividad en sí misma. Siempre hay que plantear una ruta de ida y vuelta. Con la bici no vas a ningún destino intermedio: por ejemplo, no vas a la playa.
  • Ahora se acepta que lleves barba, incluso puede estar bien visto. 

Sometidos al código de vestimenta ciclista


Pagarás por lo que es gratis
  • Te apuntarás a pruebas (ciclo)turistas "no competitivas" por el placer de la competición. Al día siguiente podrías hacer la misma ruta gratis, probablemente con menos tráfico, pero sin nadie con quien medirte. 
  • No harás la ruta si no puedes pagarla. Te apuntas a la Quebrantahuesos, no sales seleccionado en el sorteo y pasas de ir a hacer la ruta porque te ahorras la inscripción y el sobrecoste de los hoteles en esos días. A pesar de eso, los puertos siguen allí esperando.
La Quebrantahuesos


La maldición es poderosa. Pocos escapan de ella. Consigue que una actividad que potencialmente podría hacer prácticamente todo el mundo (ir en bici), la hagan unos pocos, porque "no encajo", "no es lo mío", "no me va". Puede ser más fácil. 

Bicioso de hace años en los Lagos de Covadonga (con chándal, gorra y zapatillas "de deporte").
¿Globero antes que bloguero? ¿No ciclista?


jueves, 15 de octubre de 2015

Cochecentrismo

El vídeo ha rodado como un tiro en las redes ciclistas. Muestra la hora punta en Copenhague, en un cruce. El número de ciclistas supera al de coches.  En los comentarios se puede oír hablar sobre el triunfo de las bicis ("bikes rocking the world!"). Hay quien dice que así debería ser en todas partes.



Me está pasando lo mismo que con la película Titanic, algo que me debería gustar (en el caso de Titanic, conmover), me produce lástima (en el caso de Titanic, risa). Está claro que soy un monstruo. Por suerte, donde habitan los monstruos, hay blogs, así que tengo la oportunidad de expresarme:

- Las bicis cuentan con una magnífica infraestructura en Copenhague y me gustaría tenerla al menos similar en mi ciudad, pero en este vídeo ha muerto de éxito y está saturada.
- Si la infraestructura para las bicis es buena, en este vídeo, la de los coches es mil veces mejor. Los coches fluyen, las bicis se atascan. Lo racional me parece que sería optar por el coche.
- La distribución del espacio no es proporcional al número de usuarios. El tráfico a motor cuenta con tres carriles: para girar a la izquierda, a la derecha o seguir recto, mientras que el carril ciclista es mínimamente más amplio a la altura de la intersección.
- La saturación del carril bici crea dos comportamientos. Uno, legal, de invadir la calzada (pero, lo hacen muy pocos). Otro, ilegal, de invadir la acera (lo hacen muchos más). Los perdedores son los peatones.

En sitios como Dinamarca se va más en bici que en España, se camina menos, se usa menos el transporte público y ¡se va más en coche que en España! (ver Eurobarómetro, de Eurostat). Es decir, buenas infraestructuras ciclistas no implican necesariamente mejorar la movilidad peatonal, ni reducir emisiones. Viéndolo por el lado bueno, quizá el modelo de Copenhague sea un buen sistema para reducir emisiones en las áreas urbanas y para aumentar la movilidad de toda la población, pero tiene efectos colaterales lo suficientemente importantes (los que apuntaba) como para pensar que necesitamos otro modelo: ¿se puede hacer desde parámetros no cochecentristas?. A mí, esto no me sirve, así que me voy donde habitan los monstruos.

****
El vídeo sólo muestra un cruce, durante unos minutos, por lo que cualquier comentario que se haga sobre la movilidad en Copenhague, incluido este, está sometido a un importante sesgo.

martes, 22 de septiembre de 2015

El pez grande se come al chico (y el pez chico invita a cenar)

Existe un cliché sobre los motos que las describe como uno de los vehículos más peligrosos: se habla de velocidad, de saltarse semáforos, de infiltrarse entre los coches, de tumbadas espectaculares para negociar una curva o sencillamente de juventud y adicción al riesgo (a veces también de drogas y alcohol). La expresión que me viene a la cabeza cuando se habla de un accidente de moto es algo así como "es que van como locos".

Todo ello nos hace pensar que sean culpables de la mayor parte de los accidentes en los que se ven involucradas y justificaría que, en proporción al valor del vehículo, el seguro de moto fuera más caro que el de, por ejemplo, un turismo. El asunto está tan interiorizado que este argumento sobre el precio de los seguros de motos lo recuerdo explicado por motoristas: si hay más accidentes y son responsables de los accidentes, lo normal es pagar más.

No voy a negar que las motos tienen mayor accidentalidad que otros vehículos, pero ¿son las motos responsables de los accidentes que provocan? (esto sería lo relevante pues, al fin y al cabo, la responsabilidad del accidente es lo que importa a la compañía de seguros, ya que pagan en función de quién sea responsable).

Según el estudio realizado por la aseguradora AXA (por tanto, alguien en principio interesada en mantener la afirmación de que las motos deben pagar más), se concluye sin embargo, que una vez analizados los accidentes, las motos son responsables de un 27% de aquellos incidentes en los que se ven involucradas, frente a un 47% de los turismos o un 65% de las furgonetas.


Fuente
 
 
Según se apunta en el informe el riesgo de ser culpable aumenta con el tamaño del vehículo. También aumenta cuando no eres propietario, en vehículos más difíciles de maniobrar y cuando mayor es la sensación de protección que proporciona el vehículo. 
 
Entre las motos, de hecho, destacan en términos de culpabilidad los quads: que son más grandes, tienen más potencia y son más difíciles de pilotar de lo que habitualmente piensan sus pilotos.  Y algo parecido ocurre al comparar turismos (47% de responsabilidad en accidentes) y todoterrenos (59%).
 
El asunto me interesa en relación a las bicis porque puntúan muy bajo en todos estos factores de riesgo: sueles ser el propietario de la bici (excepto en el caso de la bici pública), es fácil de maniobrar (lo hacen los niños), proporciona una alta sensación de vulnerabilidad, tiene menor potencia que cualquiera de los vehículos comentados y, además, destaca en ligereza.
 
Si algún vehículo supera en mala fama a las motos sobre la carretera, ese son las bicis. Sin embargo, puede ser que no sean culpables de prácticamente ningún accidente (o al menos, eso cabría pensar de acuerdo con los resultados y explicaciones aportados por el informe de AXA). Otra cosa es la percepción que podamos tener. Un estudio ayudaría a aclarar las cosas, aunque no impedirá que mantengamos nuestras ideas preconcebidas: es propio del ser humano resistirse a asumir la información que le contradice.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Ciclocachivaches que cambiarán la experiencia ciclista

Kickstarter es un hervidero de ideas para incluir tecnología en tu bicicleta. Se pueden ver todo tipo de propuestas para integrar elementos alucinantes que cambiarán por completo la experiencia de ir en bici. Son referencia constante en las revistas y blogs ciclistas que molan. Aunque aquí no cobro por publicidad, también voy a comentarlas en positivo, por seguir el estilo buenrollero de estas publicaciones. Estas son algunas de las ideas destacadas:


Intermitentes para bicicletas

Los intermitentes para bicicletas tienen varias modalidades. Abundan las propuestas de mochilas que añaden los intermitentes, pero también las que los intengran en el manillar, el casco o en paneles bajo el sillín. En la versión mochilera, es algo así:


Fuente
Me parece una excelente idea para señalar tus maniobras. Es verdad que los intermitentes se inventaron para gente que iba dentro de una cabina y no podía o no quería sacar los brazos para señalar sus maniobras, pero ¿qué impide que la bici se beneficie de este avance?. Hasta ahora he sido uno de esos paletos que extendía el brazo hacia a la izquierda si quería ir a la izquierda o hacia la derecha si quería hacer lo propio (no doblaba el brazo porque nadie lo entiende y porque en la bici los dos brazos son igualmente visibles). Me parecía simple, intuitivo, conveniente y recomendable. ¿Cómo he podido ser tan lelo?. Ahora usaré mis intermitentes, pues son una medida de seguridad y eso es indudablemente bueno. Por la seguridad siempre estaré dispuesto a liberar un hueco en mi cargador USB multipuerto.


Sensores para evitar los ángulos muertos

Se trata de instalar un detector que te avisa de la proximidad de otro vehículo y emite una señal sonora o una vibración. Algo así:

Fuente
Es imprescindible. Creo que hay tres grandes motivos para valorar positivamente esta idea. El primero, como ya sabéis, es que es una medida de seguridad y eso es siempre es bueno. El segundo motivo, es que un coche que se aproxime a la velocidad legal de 50 km/h recorre más de 13 metros por segundo (por lo que el aviso sonoro no me dará tiempo ni a pensar en lo que se me viene encima). Por último, porque los puntos ciegos, haberlos haylos, aunque se diga que en la bici no hay ángulos muertos si se definen como aquella zona alrededor del vehículo que el conductor no puede llegar a ver.


Cascos con nuevas funcionalidades

Además del casco con intermitentes, el casco con luces o el casco con espacio para el paquete de tabaco (este no lo he encontrado en kickstarter: así que te cedo gratuitamente la idea), hay otras ideas sorprendentes del estilo "no puedo creer que no lo hubieran inventado", como este casco para protegerte del sol.

Fuente
Lo que más aprecio de esta propuesta es que rompe con alguno de los habituales estereotipos ciclistas. ¿Temes que te tomen por un antisistema comeberzas y no es lo tuyo?. Con este casco tendrás un cuidado look antidisturbios tronchahippies. Por otro lado, nada impide que lo uses al caminar o en el coche, por lo que puedes olvidarte de las engorrosas gafas de sol.


La bicicoche

Las propuestas son múltiples. Aquí se pone la foto de una de ellas. Básicamente se trata de crear un vehículo con cabina en el que el motor se sustituye por tus pedaladas, con o sin asistencia eléctrica (aunque esto último es prácticamente imprescindible en kickstarter).

Fuente
La bicicoche (o el bicicoche) reúne las ventajas de los dos mundos: el del coche y el de la bici. Tiene la facilidad de aparcamiento de un coche, la capacidad de carga de una bici y su vulnerabilidad, etcétera, pero yo destacaría el efecto invernadero que debes sentir al pedalear dentro de la cabina sin exponerte a la brisa: te desplazas, estás en la sauna y haces ejercicio al mismo tiempo. What else?


En bici sin pedalear

Para algunos la bici sería perfecta, si no fuera porque hay que pedalear. Las baterías eléctricas han resuelto el problema: pones un motor eléctrico sobre dos ruedas y lo puedes seguir llamando "bike", evitando la molesta práctica de pedalear.


Página de YikeBike

Con este aparato, por unos módicos 5000 dólares, puedes desplazarte cómodamente a las velocidades a las que lo harías con tu hierro de 300 euros, pero con más estilo, sin sudar y sin trabajo cardiovascular. La diferencia de precio con un utilitario se compensa por el hecho de no contar con maletero en el que almacenar basura y la ventaja de que incluyan en tu factura eléctrica domiciliada lo que antes pagabas en gasolina.

 

miércoles, 16 de septiembre de 2015

El coche es perfecto o, al menos, lo parece

La bici es ecológica, barata, saludable, inofensiva, rápida, silenciosa y hasta chic, pero la usan cuatro gatos.

El coche es una máquina tragaperras y, según los datos más crudos, una máquina de matar, de contaminar (que es otra forma de matar), colonizar el espacio y de engordar. Y lo usa todo el mundo.

Tal disonancia se suele resolver en los foros ciclistas con alguno de estos pensamientos:

  • Los automovilistas están mal informados y hay que insistir en el mensaje de los beneficios de la bici. Así descubrirán la luz.
  • Es una situación temporal, pera la rueda de la historia (ciclista) gira y pronto viviremos en el paraíso ciclista (que para algunos además será socialista).
  • Sencillamente, los automovilistas son unos seres primitivos, embrutecidos, que desean acabar con el planeta, llevándose por delante, por orden de importancia numérica a otros conductores (y sus familias), personas a pie (especialmente personas mayores y niños) y ciclistas.
Creo que ninguno de ellos acierta a la hora de explicar qué hace que la mayoría opte por el coche. En mi opinión, la gente tiene muy buenas razones para ir en coche.
Cubre todas las necesidades
Con el coche se puede ir a todas partes. Llega donde no llegan los otros medios de transporte. Supera a la bici en las distancias largas, al bus y al tranvía en red, al taxi en distancias cortas pues no hay bajada de bandera (!)... y así. Por lo que a menos que tu vida sea a escala local y/o transcurra en lugares muy conectados (por ejemplo, Manhattan), puede ser que necesites un coche. Con el coche puedes llegar por igual a la puerta del colegio, a los grandes centros comerciales de las afueras, a aeropuertos y estaciones, a áreas rurales, a la urbanización aislada donde te has comprado la casa o allí donde se te ocurra. No puedes ir en coche en una zona peatonal, pero eso no abunda y, cuando existe, son áreas pequeñas rodeadas de aparcamientos.



La Universidad de Alicante es una gran zona verde peatonal, rodeada por una carretera de circunvalación, con buenos accesos en automóvil (urbanos, autovía y carretera interurbana), llegada de transporte público (bus, tranvía y cercanías), carriles bici y con una superficie importante de aparcamiento (zonas grises). La mayoría de los usuarios optan por el cocheFuente imagen: UA



Resulta barato
Decir que el coche es barato, sobre todo cuando comparas con la bici, parece una aberración, pero creo que lo es. Claro que hay que pagar un huevo: seguro, mantenimiento, impuesto de vehículos de tracción motora (el IVTM), la inspección técnica (ITV), la gasolina y el propio coche. Sin embargo, como con el coche puedes llegar a todas partes, por su polivalencia, una vez lo tienes, cualquier otra opción puede resultar menos barata (pues de todos modos ya pagas por el coche). Por eso, si quieres ir al centro de la ciudad, usas el coche. Si quieres ir a otra ciudad, no usas el tren o el bus. En definitiva, tiene importantes economías de escala. Esto es, una vez lo compras, cuando más lo usas, más lo amortizas.  En abstracto no es más barato, pero como resulta necesario, es probable que acabes teniendo uno si puedes permitírtelo y, cuando lo tienes, en comparación con todo lo demás, resulta barato. Se paga mucho (es un sacaperras), pero las otras opciones son más caras. Las rentas medias y altas, lo tienen claro (las bajas también, pero no tienen opción). Claro que hay excepciones: los que tienen rentas altas y viven en el centro de una ciudad grande cerca del trabajo pueden elegir no tenerlo (pero en ese caso te tienes que dejar barba).


En esta calculadora de En Bici por Madrid, puedes calcular el precio de tu coche. Fuente imagen: aquí



Usarlo es gratis
Una buena parte de los gastos relacionados con el coche son gratis. Claro que hay carreteras de pago, pero la mayoría no lo son. Claro que hay que pagar en los aparcamientos, pero hay muchos lugares de aparcamiento que son gratuitos. Imagina que el gobierno regalara las entradas de los partidos del Madrid y del Barça. En los estadios habría grandes filas para conseguir entrar. Bueno, pues eso son los atascos (o los rodeos que das para encontrar aparcamiento), es decir, la cola que se genera cuando una autoridad central reparte un bien valioso gratuitamente. Más comunista que la Unión Soviética.

Utopía comunista. Fuente: El Mundo (Antonio Heredia)


Subvencionado
En general, el transporte está subvencionado. En las principales ciudades de España en transporte público se gasta como media unos 140 euros por habitante al año (de los cuales el precio del billete cubre más o menos la mitad). La inversión media anual por habitante en carreteras alcanza los 149 euros al año (y habría que sumar el coste en infraestructuras urbanas relacionadas con el automóvil -asfaltado y señalización de calles, aparcamientos-, así como otros gastos: la Guardia Civil de tráfico, etcétera). Todavía hay un gasto público directo más elevado en ferrocarril (174 euros/año), principalmente para los que van en el AVE (83% de la inversión en infraestructura ferroviaria entre 2005 y 2010). Si alguien me pidiera que interpretara esto (como no me lo piden, escribo este blog), mi conclusión sería que con el dinero público se subvenciona prioritariamente a una selecta minoría que puede viajar en AVE, seguidos de los que pueden permitirse el coche y, en último lugar, los que dependen del bus. Por supuesto se puede criticar que estoy haciendo una lectura sesgada de la información. Aquí está el informe que he empleado como referencia para estas cifras, pero la lectura es mía.    ¿Y qué pasaría si se invierte en bicis? Según este informe, por invertir en la transformación de calles cochecéntricas en calles con carriles bicis segregados, se conseguirían beneficios de 10 a 25 veces mayores que el coste de la inversión, es decir, de 10 a 25 euros por cada euro invertido.



Costes socializados
El automóvil tienes costes sociales muy altos en términos de contaminación, dependencia energética, detracción del consumo (la media de gasto por hogar en transporte es de 3500 euros al año, muy similar al gasto en alimentación), obliga a aumentar la presión fiscal (para mantener la red de carreteras e infraestructuras, pagar los costes sanitarios, etc), accidentes (víctimas mortales y heridos), tiempo laboral y vital perdido (una hora al día como media, según el estudio Movilia), descanso (por el ruido), espacio (que se resta a otros usos), entre otros. Todos estos costes están en buena parte socializados, es decir, los pagas hagas uso del coche o no: aunque vayas a pie, respiras aire contaminado; si optas por el autobús, estás sometidos a atascos; no obtienes rebajas fiscales por usar otros medios de transporte, etcétera. Es decir, no hay incentivo para realizar un cambio que implique menos costes sociales de tu conducta.


Rápido

La obsesión de los planificadores urbanos en nuestras ciudades es garantizar velocidades de conexión rápidas y un trafico fluido: para los coches. Para eso se toman medidas como limitar los pasos de cebra, situarlos alejados de la intersección, garantizar trayectos cortos y rectos, programar ondas verdes (semáforos coordinados para que pases varios de ellos en verde) ... El resultado es que si optas por caminar, tendrás tiempos de espera más largos en los semáforos, tendrás que cruzar de lado a lado de la misma calle para encontrar pasos de cebra, no seguirás la línea recta en los cruces... y lo mismo ocurre en los itinerarios ciclistas, en autobús y hasta, en el caso de mi ciudad, cuando vas en tranvía. Al final resulta mucho más rápido ir en coche, más incluso que la bici en trayectos urbanos (o al menos, similar).


En la foto se observa cómo se han planificado estos pasos de cebra en Oviedo. Cualquier peatón que circule por estas aceras nunca podrá seguir la línea recta (algunos de ellos están situados a mitad de la manzana). Los coches pueden ir en línea recta si circulan de izquierda a derecha de la imagen o viceversa. Los ángulos en las calles se han suavizado para favorecer el giro de los coches (lo que obliga a desplazar los pasos de cebra). Como indica la noticia, que publica el Diario Montañés, el objetivo es que el "tráfico de vehículos sea más ágil y eliminar los atascos". Para ello, se sitúan semáforos en los pasos de cebra que hacen que los que paren (los que se atasquen) sean los peatones, que además deben cruzar en dos tiempos (parando en isletas rodeadas de coches). Nos cuesta 180.000 euros a todos (peatones y peatones que conducen coches, pero beneficia a los segundos). Adicionalmente se usa vegetación y otras barreras para evitar que caminen en línea recta.  

Fácil de llegar puerta a puerta
Realizar recados en la ciudad es horroroso si lo haces en coche cumpliendo las normas de aparcamiento, pero "si es sólo un momentito", ya es otra cosa. Así que puedes aparcar en doble fila al dejar a tus hijos en el cole porque es sólo un momentito (no importa que crees un caos que pone en peligro la vida de los niños), cuando vas al cajero o similar puedes dejarlo en un paso de cebra (los peatones te pueden esquivar, siempre y cuando no vayan en silla de rueda o con carrito de bebé, pero es sólo un momentito), chaflán (los coches pueden girar, aunque sea con menos visibilidad), parada de bus (de todos modos el bus parará) y, más raro, en una salida de garage (esto hay que evitarlo porque jodes a otros coches, pero si no hay más remedio y es sólo un momentito tampoco es tan grave) y si te para la poli, puedes ignorarla; puedes parar en medio de la calle si va a bajar el abuelo o tu atlético hijo adolescente; y así. El asunto del momentito llega al extremo de que es más probable tener una multa por haber aparcado por más tiempo del debido en zona azul, donde no molestas a nadie, que por haberlo hecho en un paso de cebra que impide a personas en silla de ruedas vivir su vida.
En bici parece igual de fácil aparcar y se hace igualmente el capullo intentando aparcar tan cerca como se puede del destino (y hasta se llega a entrar a la tienda con la bici). Pero no es tan fácil: pues cuando no te dejan entrar la bici (en muchos establecimientos, como es lógico), necesitas un elemento fijo si quieres evitar un robo (lo que descarta pasos de cebra, entre otros), necesitas dejarla a salvo de las maniobras de aparcamiento de un coche que te la pueda aplastar (lo que descarta incluso muchos aparcabicis), necesitas que sea un lugar sin peligro de vandalismo...

Un producto de gran calidad
Puedes comprar un coche hoy y disfrutar de su tapicería en buen estado durante los próximos 20 años (lo que rara vez le pasará al sofá de tu casa, siempre y cuando no te haya costado lo que un coche entero); sus aceros y plásticos son indestructibles; puedes dejarlo aparcado en la calle y resiste la lluvia, el frío y el calor durante lustros;  cuentas con talleres para arreglarlo en cada manzana de tu barrio; dispones de una red de asistencia en carretera (la de tu seguro y la que ofrece el 112, esta última gratis); tiene sistemas eficientes antirrobo de serie (por lo que no te preocupa mucho dejarlo a dormir en la calle); tiene un motor que superará en duración al de cualquier electrodoméstico de tu casa, aunque le metas más tralla; sus componentes son todos reparables (lo que ni siquiera le ocurre a tu smartphone último modelo); ofrece más prestaciones de las que necesitas (por ejemplo, puedes circular a 150 km/h), ... no hay nada que lo supere, excepto una bicicleta de buen acero (pero de esas casi ya no hay).

La calle te pertenece
  • Las calles están diseñadas para tus ángulos de giro, tu ancho, tu velocidad de circulación, la visibilidad que tienes desde tu cabina...
  • Las normas de tráfico están diseñadas a tu medida (¿imaginas bicis o peatones circulando a 50 km/h?). 
  • Se crean cosas raras para mantener a raya a los otros (aceras bicis para las bicis, aceras mínimas para los peatones, playas de vías para los tranvías...). 
  • En caso de accidente, el beneficio de la duda recae sobre el coche (que es el que tiene compañía de seguro), frente al peatón (¿cruzó por el paso de peatón?, ¿tenía la luz verde) o frente al ciclista (¿llevaba casco? - como si fuera relevante para prevenir un accidente-) e, incluso, sobre las motos pues ya se sabe que van como locos. 
  • Hay protección simbólica: lo que ocurre con un coche es, en principio, siempre un accidente. ¿Cuántas personas hablarían de un accidente si un peatón mata a otro peatón?. 
  • Disfrutas de tolerancia normativa. Obviamente te pueden poner multas (sobre todo si aparcas sin pagar en zona azul o circulas a alta velocidad donde te han anunciado un radar), pero hay márgenes de incumplimiento (porque los velocímetros/cinemómetros de los radares son los aparatos que miden con menos precisión de todos los instrumentos de medida que se emplean en el siglo XXI), puedes aparcar en cualquier lugar si es un momentito, apenas hay casos de multas por saltarse un semáforo, menos todavía por rebasar a otros vehículos sin guardar la distancia lateral de seguridad y ni siquiera las fuerzas de seguridad han aprendido a circular en una rotonda, por lo que dentro de ellas funciona la ley de la selva.
Viñeta de El Roto




En definitiva, el coche es perfecto o, al menos, lo parece. Creo que mientras sigamos así, tenemos coche para rato. Y mientras, pues celebramos la semana de la movilidad y yo también.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Cómo saber si tu ciudad NO está preparada para las bicis

Hoy no me siento tan positivo como cuando escribí "cómo saber si tu ciudad es ciclista".

Aquí hay una serie de imágenes sobre qué se vería en una ciudad que NO está preparada para las bicis. Todas las he tomado del Bike Blog de The Guardian, por lo que me he centrado en las que se muestran calles del Reino Unido.


Los ciclistas parecen fotocopias aumentadas del pelotón del tour

Fuente: The Guardian

Los ciclistas llevan casco, como los profesionales, y además llevan cullotes, maillots, guantes y gafas, como los del tour. Algunos llevan hasta botellín (supongo que con agua o alguna bebida isotónica, aunque es posible que en Escocia se utilice alguna variante más Scotch). También hay muchos con bicis de carretera y, si no, en bici de montaña (sí, ¡en la ciudad!). Sólo se distinguen de los profesionales por su índice de masa corporal.


Verás ropa reflectante hasta por el día


Fuente: The Guardian

Además del casco, llevas un chaleco reflectante, pase lo que pase.


Tres de cada cuatro ciclistas son tíos en la edad adulta

La mayoría de los ciclistas son hombres adultos. Hay pocas mujeres en bici. No hay personas mayores en bici, ni tan poco menores de edad. Contrasta las fotos de esta entrada con las de "cómo saber si tu ciudad es ciclista".


Siempre hay alguien más gordo y peligroso al lado de un ciclista

De nuevo puedes contrastar las fotos de esta entrada con las de la entrada "cómo saber si tu ciudad es ciclista". En esta verás que los ciclistas circulan entre vehículos más pesados y rápidos y no por zonas arboladas o por calles sin coches aparcados.

Fuente: The Guardian

Los ciclistas cargan con todo

En la foto, Boris Johnson, alcalde de Londres, cargado con mochila, seguido por tres porteadores
The Guardian
En lugar de llevar el peso en la bici (en cestas, alforjas o cajones), se lleva una mochila enorme a la espalda (donde cargas la ropa de recambio, accesorios, útiles para el trabajo..., excepto en Escocia, claro). Los motivos son difíciles de clarificar. Probablemente hay una mezcla de cosas. ¿Quién sabe?. ¿Se confunde la bici con deporte y por eso se llevan bicis de carretera o de montaña, sin portabultos? ¿Se teme el robo de todos los accesorios que pongas en la bici (incluidas las alforjas)?.


Las bicis son para las ocasiones

Bicifestación frente al Parlamento de Edimburgo The Guardian

Se va en bici cuando hay una celebración ciclista, una carrera, una manifestación, campaña de promoción, una masa crítica u otro acontecimiento ciclista colectivo. Abundan las imágenes en The Guardian sobre este tipo de eventos.


-----------------------

Descubro que a veces soy más inglés de lo que creo o quizá es que comparto su entorno, pues en algún momento me podrían haber retratado en cualquiera de estas fotos en Alicante.
------------------------

Esto es todo amigos... Un blog sobre bicis como el de The Guardian es muy ilustrativo de la cultura ciclista que se corresponde con el desarrollo del ciclismo urbano en el Reino Unido. En una gran cantidad de las imágenes que emplea aparecen ciclistas profesionales, cuando muestra imágenes positivas sobre ciclismo se refieren a otros países, en varias imágenes se fotografía a ciclistas accidentados (o a sus bicis destrozadas), dan bastante cobertura a noticias sobre nuevos cachivaches que cambiarán la forma de ir en bici o de las bicis (que lleva sin cambiar más de 100 años desde que se abandonaron las bicis de rueda alta o Penny Farthings) y, de vez en cuando, se ponen nostálgicos y nos ilustran precisamente con algunas penny farthings. Ay, la decadencia del imperio. ¿Quién te ha visto y quién te ve?. 

Penny farthings The Guardian







miércoles, 2 de septiembre de 2015

Cómo saber si tu ciudad es ciclista

Aquí van algunas imágenes para saber si has llegado a una ciudad ciclista de verdad. He elegido las que no encuentro en mi ciudad:


Niños en bicis

Niños regresando de un viaje escolar en bici en Assen. Fuente: David Hembrow

Niños que usan cotidianamente la bici para ir al cole, para ir a ver sus abuelos, para ver a sus amigos, para ir a kárate... y que van solos.


Madres y padres con niños en bici

Bici familiar: tres niñas y una cesta amplia para la compra. Fuente: Dutch bicycles

Llevar a uno o más niños (lo segundo está prohibido en España, donde sólo se permite llevar a un niño por bici) en bici es habitual, aunque a muy corta edad ya suelen ir en sus propias bicis.


Niños que van de pie en bici


La niña va de pie en bici. No necesita cogerse a su madre. Parece que sabe mantener bien el equilibrio sobre una bici. Fuente: Bicycle Dutch

Es una variante de la anterior. Los niños pueden ir en cualquier bici, aunque no tenga silla para niños y como es tan incómodo sentarse sobre un portabultos (especialmente si lleva alforjas), pues vas de pie.


Atascos ciclistas


Una aglomeración ciclista: en el espacio de un par de coches se "amontona" una veintena de ciclistas.
Fuente: David B. Reath

El atasco ciclista se produce muy rara vez. Es más, mi hipótesis es que nunca se produciría en un espacio puramente ciclista, sin embargo, cuando las bicis conviven con el tráfico a motor, se pueden producir si existe algún semáforo.


Bicis cargando cualquier cosa


Foto de Shirley Agudo en Bicycle Mania Holland, encontrada en I am expat
Cualquier desplazamiento, incluidas las compras o una mudanza, se pueden hacer en bici, por lo que se puede ver bicis transportando cualquier cosa.


Bicis para llevar cualquier cosa


Cargo bikes eléctricas. Foto: European Cyclist Federation
Se trata de bicis con un gran espacio de carga, con un desarrollo suave o asistencia eléctrica, muy estables, con las que en muchas ciudades se ofrecen todo tipo de servicios, incluidos los de mensajería y el reparto de mercancías a comercios.


Ciclistas chic

Foto de Franz-Michael S. Mellbin
Se viste para el destino, no para el trayecto, con la ropa que prefieras llevar. Ver cycle chic.


Es imposible encontrar al ciclista de la DGT
Foto de la revista de DGT. Citada por Conbici

Los ciclistas no llevan cascos, ni ropa reflectante, ni guantes de bici, ni cualquier otra prenda específica para ciclistas. Para sorpresa de antropólogos, la cultura ciclista se manifiesta en que no hay bienes materiales propiamente ciclistas.


Hacer manitas en bici

Video de Bicycle Dutch

La bici forma parte de la vida. La vida es romántica y en bici más. En bici se vive, no te desplazas. Y por supuesto se va de la mano.

--------------
Como complemento de esta entrada, puedes ver "Cómo saber si tu ciudad NO está preparada para ir en bici"