Póntelo, pónselo

"Tráfico recomienda el uso del casco a los conductores de automóviles". Fake, por supuesto, pero es lo que se podría recomendar después de leer el último informe de siniestralidad de la DGT, referido a 2012, pero todavía provisional (versión en galeradas consultada el 24/11/2013). De él se desprende que la práctica totalidad de los usuarios de turismo fallecidos no utlizaban casco en las vías interurbanas o urbanas (tanto en así que no vale la pena ni recoger el dato en las estadísticas). La conducta es mucho más prudente entre los usuarios de motos, ya que sólo un 5% de los usuarios de motos fallecidos no utilizaba casco y un 15% no lo hacía en las vías interurbanas (dato DGT). Cifras similares se observan en el caso de los ciclomotores y  algo parecido parece ocurrir en los ciclistas, pues aunque este informe de la DGT no proporciona el dato, parece que el uso del casco entre este colectivo está mucho más extendido que entre la comunidad automovilista. El potencial de vidas salvadas por esta recomendación del uso del casco en el automóvil sería muy alto, ya que frente a los 302 usuarios de motocicletas fallecidos hay 955 conductores de turismos y furgonetas fallecidos. En 2012 fallecieron 72 ciclistas (la DGT no indica cuántos llevaban casco porque no registra esta información). Tampoco han tenido un comportamiento ejemplar con respecto al uso del casco los peatones, ya que, aunque no se recoge en las estadísticas no parece que ninguno de los 376 peatones fallecidos que contabiliza esta estadística (en realidad son más, como la propia DGT indica, pero para ello habría que complementar con la información de otras fuentes) llevara casco. Es más, la misma conducta de riesgo se ha observado en toda clase de animales atropellados, aunque sobre este aspecto la DGT tampoco recoge estadísticas. Saliéndonos del ámbito de la DGT, parece que los fallecidos en accidentes aéreos, marítimos o ferroviarios tienden a llevar sus cabezas descubiertas, excepto por el uso ocasional de gorras y sombreros no homologados.
Por qué doy toda esta información sensible presentada de una forma que roza lo ofensivo (pido disculpas por ello), pues para señalar que la principal recomendación de seguridad para la bicicleta, que se repite como un mantra, la del uso del casco, parece muy limitada como medida de seguridad mientras exista un problema no resuelto mucho más grave. Con el casco no evitas el atropello, tampoco evitas que quien te atropelle sea un vehículo mucho más veloz y al menos diez veces más pesado. En definitiva, que también resulta ofensivo que se tienda a culpar a la víctima (cuando lo es) o, en cualquier caso, que se siga centrando la atención en la parte más débil del binomio (coche-peatón, coche-ciclista, coche-animal, coche-moto, moto-bici, sin olvidar otro emparejamiento desigual: bici-peatón).
Por cierto, yo uso casco (casi siempre) y lo recomiendo. Una cosa, no quita la otra.