Beatles Bike

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martes, 4 de febrero de 2014

La personalidad ciclista

El ciclista urbano presenta una personalidad muy marcada, aunque polivalente. Hago un ejercicio de introspección, cercano al solipsismo, para analizarlo.

1. Soy invisible
2. Soy George Clooney
3. Soy Heisemberg
4. Tú eres yo, yo soy tú
5. Soy yo
6. Soy Dora la exploradora
7. Soy Casiopea (rápido como la tortuga)
8. Soy Humpty Dumpty


1. Soy invisible

Fue difícil acostumbrarme a la idea. No me ven. Nadie me ve. Las únicas personas que me ven son las viejitas que caminan despacio, pero no tienen tiempo para reaccionar. Soy invisible. Como no me ven, da igual que use ropa reflectante. Si la llevo puedo llegar a creer que soy visible, pero eso es falso. No, no me ven. Las bicis son invisibles.



2. Soy George Clooney

Esta personalidad puede parecer contradictoria con el punto anterior, por eso hay que explicarla. Al principio, tenía la tentación de hablar con alguna persona que había cometido una infracción (conductor, peatón, ciclista, etc.). No funcionaba. En algún caso, más que hablar, le increpaba. Todavía funcionaba menos. Así que ahora soy George Clooney en "el hombre que miraba fijamente a las cabras", es decir, aprendo a atravesarlos con la mirada. Quiero pasar a la siguiente fase. Ser capaz de premiarlos con una sonrisa encantadora. Creo que es más efectivo para llevarlos a mi terreno. Creo. Si a George Clooney le funciona, tiene que funcionarle a un ciclista. La verdad es que todavía no lo he probado nunca, por motivos obvios, y porque no me saldría igual de bien.

http://cyclingboom.com/art-and-photography/celebrities-bicycle-george-clooney-bicycle


 3. Soy Heisemberg 

Todos los que se mueven por la ciudad son impredecibles. No puedo asumir nada.  Pueden hacer cualquier movimiento en cualquier dirección. No puedo adivinar cuál será su posición. Creo que esto lo decía Heisemberg. Vale, lo miro en la wikipedia: "no se puede determinar, en términos de la física cuántica, simultáneamente y con precisión arbitraria, ciertos pares de variables físicas, como son, por ejemplo, la posición y el momento lineal (cantidad de movimiento) de un objeto dado".  Conclusión: trazo la trayectoria que quede libre (fuera del campo de lo posible) después de analizar todos los movimientos inesperados (pero posibles) que podría realizar ese coche que no puede girar a la derecha, pero que gira, ese perro que va atado, pero se da la vuelta, ese niño que va de la mano de su padre y lo suelta, esa bici que viene en dirección contraria, el peatón que corre y de repente se detiene, el que camina y arranca a correr.



http://es.wikipedia.org/wiki/Principio_de_incertidumbre

4. Tú eres yo, yo soy tú

Soy parte de ti, cuando estoy cerca, aunque no me ves, modificas tu comportamiento por mi presencia, eso añade reflexividad al principio de incertidumbre. Tú eres yo, yo soy tú. Qué lío.


5.  Soy yo

Al principio empecé a disfrazarme. Pensaba en cosas estrafalarias, de colores chillones. Hasta pensé en llevar un chaleco reflectante. Ese no soy yo. Después recurrí a blogs y revistas especializadas para observar la ropa más adecuada. Hasta usé mis modelos de lycra (los que uso cuando soy otro tipo de ciclista) y ropa térmica. Pero luego pensé que ahí estaba yo y que me pondría la ropa que me diera la gana. Sin comprar nada para bicis. Ahora soy yo. Por cierto, ha cambiado mi percepción del clima. Los días fríos, no son tan fríos. Suele sobrarme ropa. Por el contrario, los días cálidos me puede sorprender la brisa que se siente sobre la bicicleta y puedo llegar a pasar frío.

6. Soy Dora la exploradora

Estoy descubriendo mi ciudad. Soy un extraño, un turista en mi propia ciudad, que descubre nuevas calles, nuevos espacios y hasta nuevos parajes naturales (como las lagunas de Rabassa) en mi camino al trabajo. No me sirven ni google maps, ni los navegadores, ni las rutas que hacía en otros medios de transporte (debo ser una de las pocas personas que puede elegir para ir al trabajo entre tren, tranvía, autobús, caminar, coche y bicicleta). Voy buscando nuevas rutas. Sirve cualquier espacio que sea ciclable, por ejemplo, un solar  baldío, una zona sin urbanizar, una senda, un aparcamiento de una zona comercial, un barranco, etc. Con ellos puedes reducir la distancia, evitar semáforos, encontrarte menos coches. Lo que me sirven son los mapas, como a Dora, y cuanto más detallados mejor, como el topográfico nacional. Bueno, quizá la vista de satélite (la vista fotográfica) de google maps puede ser de ayuda. Pero, sobre todo, mirar el terreno (como Gurb). Da igual lo que diga el mapa, hay que recorrer el camino (para no caer en la zanja de Aguas de Alicante). La línea recta no siempre es lo más corto. Por otro lado, no siempre quiero ir por el camino más corto: la bici da mono. Soy Dora la exploradora con el mono Botas consultando el mapa.


http://www.confessionsofapsychotichousewife.com/2011/12/dvd-review-dora-explorer-dora-loves.html



7. Soy Casiopea

Casiopea es la tortuga de Momo, el libro de Michael Ende. En una de las escenas camina muy despacio, tanto que consigue distanciar a los hombres grises, ávidos de tiempo. En la bici he descubierto que puedo ir muy rápido o puedo ir tranquilamente. Llego más o menos a la misma hora. Si me interesa llegar sin una gota de sudor, pues voy más despacio. Si quiero hacer piernas, meto caña.
¿Por qué da igual la velocidad?. Por muchos motivos: a) si tu desplazamiento es de unos 30 minutos, es fácil que emplees un mínimo de 5 minutos en semáforos, pasos de cebra, etc., b) si tu estado de forma es bueno, cuando crees que vas despacio, vas bastante rápido, pero cuando tu estado de forma es malo, cuando crees que vas rápido, vas bastante despacio (la diferencia entre tu marcha rápida y tu marcha lenta no es mucha, ya que el corazón es un motor de poco recorrido si no usas EPO), c) en pocos kilómetros no hay espacio para que la velocidad marque diferencias temporales relevantes. En cualquier caso, si estás ahorrando tiempo, puede ser que hayas entregado tu vida a los hombres grises. En la bici el tiempo lo disfrutas.




8. Soy Humpty Dumpty.

Humpty Dumpty es un huevo sobre un muro, si cae, no habrá forma de recomponerlo. Soy ese huevo. Ya he dejado dicho en otro lugar que soy Humpty Dumpty y no puedo olvidarlo. Ni siquiera cuando me pongo el casco. Por lo visto, una consecuencia de ponerse el casco en la bici es que crece tu percepción de seguridad, piensas que ya no eres un huevo. Y haces cosas como ir más rápido o tomar más riesgos. El fenómeno se conoce como compensación del riesgo.




4 comentarios:

  1. Genial, una vez más. A ver si mañana me animo con lo de volver del trabajo en bici...

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  2. ¡Qué bien!. Parece que mañana va a hacer muy buen tiempo. Quizá un poco de viento, pero hasta 18/19 grados ¡en febrero!. Vivimos en el paraíso ciclista. Por eso los pros entrenan por nuestra zona (y por la permisividad de nuestra legislación).

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